¿Tienes Estudiantes con Discapacidad Auditiva en tu aula?

7:28






Recomendaciones para saber qué hacer y cómo trabajar con ellos


Las personas somos diferentes por razones diversas: por nuestra herencia, intereses, motivaciones, ritmos de aprendizaje, grupo social de procedencia, sexo, expectativas vitales, capacidades sensoriales, motrices o psíquicas, posibilidades y experiencias laborales, lengua e ideología, etc. No obstante, las diferencias en sí enriquecen la vida humana y generan experiencias.

Claro que la atención de estudiantes con discapacidades, en los diferentes niveles educativos y especialmente a nivel de educación superior, representa todo un reto, pues implica mayor esfuerzo para el docente: requiere de nosotros sensibilidad, un trato normal, sin tabúes, sin miedos, sin prejuicios, respeto a la persona, a la vez, conciencia de la limitación del otro y tener claro que los procesos de integración requieren adaptaciones, no tanto del qué hacer o qué aprender sino del cómo hacerlo, plantearlo o comprobarlo.

En el ámbito académico, como en cualquier otro ámbito, el no tener control de lo que se va a hacer, origina una situación de incertidumbre que, en muchos casos, conduce a ignorar o dejar pasar desapercibida la situación novedosa que se presenta, por ejemplo, ignorar a las personas que tienen algún tipo de discapacidad. Por ello, es imperante que los docentes estén preparados para afrontar la atención de un estudiante con discapacidad auditiva.



________________________________________

  • Su ubicación en el aula debe ser próxima al profesor.
  • Si tenemos necesidad de comunicarnos con ellos, se le hace saber avisándole con alguna señal, gesto o tocándolo.
  • La persona con discapacidad auditiva necesita ver la cara para poder leer nuestros labios, por tanto hay que hablarle de manera que nos pueda mirar. Además, procurar que nuestra cara este bien iluminada.
  • Procurar dar la clase hablando de frente al alumno y evitando, en la medida de lo posible, los paseos por el aula durante los cuales el alumno no puede leer los labios.
  • Hablar despacio y vocalizando bien. No hace falta elevar el volumen de la voz, ni vocalizar de forma exagerada.
  • De ser posible antes de iniciar la clase sería recomendable informarle o participarle sobre qué vamos a hablar en clase, situándole previamente en el contexto.
  • Es conveniente entregar el material que se va a seguir en clase con antelación, en material informático, lo que le ayudará al seguimiento de la exposición oral en el aula.
  • Facilitar por escrito la programación, objetivos, contenidos, plazos de presentación de trabajos, la dinámica a seguir en líneas generales durante el curso. Actualizar avisos escritos sobre fechas de exámenes, plazos de entrega de trabajos, cambios de horarios, etc.
  • Si es necesario, ayudar la comunicación mediante algún gesto, dibujos o con la palabra escrita.
  • Construir siempre frases cortas, correctas y simples.
  • Al final de la clase verifique que se ha comprendido lo que tratamos de comunicar, pudiendo repetir o escribir, en caso de dificultad, lo que se quiere decir.
  • Escribir en la pizarra.
  • Permitir la presencia en el aula de voluntarios que tomen los apuntes de la clase o estimular a sus compañeros que le faciliten sus anotaciones.
  • Cuando escriba en la pizarra, es conveniente realizar posteriormente, de cara al alumno o alumna, una exposición verbal complementaria a lo escrito.
  • Cuando se exponga información gráfica en clase mediante transparencia, videos, etc., acercarse aún más al alumno con discapacidad para que pueda seguir apoyándose en la lectura labial. Conviene, si no es posible conseguir un video subtitulado, proporcionar al alumno un guión con las cuestiones más importantes del mismo.
  • Las instrucciones, aclaraciones, etc. relativas al examen es conveniente entregarlas por escrito, o en su defecto, se darán directamente al alumno, de frente y con buena vocalización.
  • Es posible que el estudiante con discapacidad auditiva tenga mejor rendimiento en pruebas de carácter objetivo (tipo test), en las que el peso del lenguaje propio no tiene tanta influencia.
  • Se recomienda un 25% adicional en la duración de la prueba o examen.
  • Solicitar, en los casos que sea necesario, la presencia en el aula del o la intérprete de lengua de señas.
  • Integrar a las familias de estudiantes con discapacidad.

Barbarita Fernández - Psicóloga

You Might Also Like

2 comentarios

  1. Excelente artículo de referencia para los profesores y apoyo para los estudiantes. Eleonora Nieves Croes

    ResponderEliminar
  2. Prof. Eleonora, Gracias! por ser protagonista de proyectos de innovación y cambio institucional a beneficio de los estudiantes, profesores, comunidad en general brindando acciones de servicio con compromiso social desde la Unidad de Desarrollo y Bienestar Estudiantil. Su gestión.
    Ma. Eugenia Hernández

    ResponderEliminar

Popular Posts

Like us on Facebook

Flickr Images