La Dislexia: elementos claves para detectarla
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La
Dislexia: elementos claves para detectarla
Por: Sara Patricia Rodríguez P.
El
aprendizaje de la lectura y la escritura se encuentran entre las habilidades
más complejas que deben ser adquiridas por las personas en su proceso educativo
y formativo. Dentro del sistema educativo se otorga gran cantidad de tiempo a
actividades relacionadas con la adquisición, desarrollo así como la
consolidación de la lectura, con el objetivo último de lograr lectores con un
buen nivel de comprensión, capaces de tener una opinión propia sobre lo
que leen, es decir, lectores críticos.
Una vez
adquirida, el uso de esta habilidad permitirá a la persona ampliar su
visión del mundo, ejercitar su capacidad de reflexión y acceder a la sociedad
del conocimiento, es por ello que la lectura se constituye en un pilar
fundamental para el desarrollo del ser humano en todos los sentidos.
No
obstante, para muchos estudiantes el aprendizaje de la lectura y la escritura
es un verdadero problema, tanto así que en vez de encontrarse con un proceso de
aprendizaje agradable, muchos niños, desde muy pequeños comienzan a sentir gran
rechazo por la lectura, y esto a veces es debido a un trastorno llamado Dislexia, ésta se puede definir
según Valett (2001) como “un trastorno grave de lectura debido a la
inmadurez o a una disfunción neuropsicológica, sin embargo, hay personas con
trastornos importantes de lectura que no son necesariamente disléxicas”. Esta
dificultad–para ser considerada Dislexia- se presenta en niños cuyo coeficiente
intelectual es normal, comparados con niños de su misma edad y no es producto
de algún problema derivado de enfermedades, o causas pedagógicas, psicológicas,
socio-culturales, entre otras.
Siendo
un trastorno grave, cómo es posible que existan una cantidad importante de
estudiantes que no son diagnosticados ni ayudados desde su etapa de
adquisición de la lectura? Esta realidad es tan notoria que es posible
encontrar incluso a nivel universitario estudiantes con graves problemas de
lectura, muchos de ellos disléxicos, y a pesar que algunos son conscientes de
sus dificultades para la lectura desconocen, tanto ellos como sus padres, que
han sufrido de esta dificultad de carácter neuropsicológica, y que, al no haber
sido diagnosticados y tratados psicopedagógicamente a tiempo, es un problema
que persiste y que les impide ser lectores eficientes en cualquier nivel
del sistema educativo o en cualquier ámbito donde se desenvuelvan.
A pesar
que no existen estadísticas definitivas con respecto a la dislexia, se
cree que afecta al menos entre un 10 y 15% de la población estudiantil y
prevalece más en niños que en niñas, esto ha sido reportado en España por la
Asociación Madrid con la Dislexia, quienes señalan además que en países de
habla inglesa la proporción de niños con dislexia puede ser mayor debido a las
características propias del idioma.
¿Cuáles
son sus características?
Esta
Asociación española, citando a la Asociación Internacional de Dislexia, expresa
que se trata de una dificultad específica del aprendizaje (DEF) caracterizada
por “dificultades en la precisión y fluidez en el reconocimiento de las
palabras (escritas) y por un déficit en las habilidades de decodificación
lectora y deletreo. Dichas dificultades se pueden asociar a un déficit en el
componente fonológico del lenguaje”. Las otras habilidades cognitivas sin
embargo, se desarrollan normalmente. Otro aspecto que hay que destacar es que
solo se puede hablar de Dislexia si estamos bajo una instrucción del
aprendizaje de la lectura y la escritura adecuada, así como descartar la
presencia de cualquier problema de visión defectuosa, sordera u otra complicación
física que afecte el lenguaje.
En
relación y siguiendo con las características de este trastorno Valett (2001)
indica que de forma general la persona con Dislexia presenta fallas en la
comprensión lectora, percepción inadecuada de las palabras impresas, incapacidad
para distinguir elementos fonéticos, entre otros. Cabe destacar que para que el
proceso lector se desarrolle con eficiencia es necesario la correcta percepción
y análisis visual del grafema para así recodificarlo en las estructuras
fonéticas correspondientes, esto es necesario para finalmente llegar a la
comprensión del significado de lo escrito como tal. Justamente en las personas
con dislexia este “paso” del proceso lector ligado a la percepción se encuentra
comprometido por ende, la comprensión.
Esto
trae como consecuencia que por lo general la lectura de las personas con
dislexia suele ser lenta, pronunciada en sílabas, sin ritmo y sin consideración
a los signos de puntuación, todo lo cual afecta la comprensión, como se señaló
anteriormente. Además de ello la Dislexia afecta otras áreas del lenguaje y es
por ello que también se presentan problemas en la ortografía, escritura y
pronunciación de las palabras. Lo más preocupante de esta dificultad es que va
a afectar a las personas durante todo su ciclo vital y si no es atendida a
tiempo, puede llevar a una desmotivación y frustración tal que conlleva al
fracaso escolar con todo lo que esto implica.
Jordan,
D. (1972), un autor clásico en el estudio de este trastorno, señala que existen
dos tipos de dislexia, una visual y la otra auditiva. En la dislexia visual se
pueden presentar confusiones en las secuencias, dificultades para seguir
instrucciones, deficiencias en el lenguaje oral, fallas en la comprensión de la
lectura, ritmo lento de trabajo, entre otras explicadas por este autor. Sin
embargo, en lo que respecta a la confusión de símbolos, lo cual es fundamental
para el diagnóstico de la dislexia, encontramos que la persona tiene una
percepción invertida de símbolos (fenómeno conocido como estrefosimbolia),
distorsiones en la forma o en la posición de los mismos. Esto es muy notorio
sobre todo con ciertas letras donde se presenta confusión, tales como las
letras b-d-q-p, destacan entre las más notorias.
Con
respecto a las dificultades en el alfabeto, el mismo autor nos señala que
pueden tener desconocimiento en la secuencia del alfabeto, empleo indistinto de
mayúsculas y minúsculas, mezcla de letra cursiva con letra de imprenta,
reversión de algunas letras.
Cuando
leen en voz alta pueden revertir palabras enteras, invertir letras al comienzo
de las palabras, transpolar la “l” por la “r”, reemplazar letras o palabras por
otras parecidas, trasponer letras dentro de palabras, omitir finales, omitir
signos de puntuación, omitir u agregar letras o sílabas. Este tipo de errores
también se pueden dar al copiar.
En lo
que respecta a la dislexia auditiva, pueden presentar confusión en la
pronunciación (no se perciben diferencias entre sonidos consonantes similares),
pueden confundir palabras, presentan ecolalia (repetición involuntaria de
palabras que se acaban de oír o pronunciar), pueden omitir unidades de sonidos
en ciertas palabras, no percibe el acento de las palabras, subvocaliza
mientras lee o escribe, entre otros.
Otros
autores señalan que hoy en día más que hablar de dislexia visual o auditiva hay
un continuum de dificultades en la lectura y la escritura, en general se debe
estar atento a cualquier dificultad que se presente en el lenguaje expresivo y
comprensivo en el niño, pues son posibles indicadores tempranos de la Dislexia
y permitiría una intervención rápida para evitar males mayores a largo plazo.
Al detectarla ¿Qué hacer?
En
relación a lo anteriormente expuesto es importante destacar la función del
maestro y del docente en general para la detección de cualquier problema de
Dislexia, pues una cosa es que el estudiante “lea mal” lo cual se puede deber a
múltiples razones y otra cosa muy diferente es una dificultad de aprendizaje
asociado a la lectura y la escritura. En general, hay que estar alertas si
observamos que el estudiante tiene buenas habilidades cognitivas de acuerdo a
su edad pero se le dificulta de manera especial leer y evita hacerlo, si el
problema no se debe a causas motivacionales o de orden sociocultural ni
instruccional, tomando en cuenta los diferentes indicadores señalados en este
texto y, siempre investigando y haciendo caso a ese “sexto sentido” que nos
indica que debemos prestarle atención especial a algún estudiante, se podrá
entonces aclarar el panorama del aprendizaje de la lectura, tomar medidas y
evitarle grandes males al estudiante, ya que si se detecta a tiempo lo ideal y
una de las primeras acciones a tomar es referir al niño, adolescente o joven al
servicio de psicopedagogía o Psicología escolar con el fin de realizar un buen
diagnóstico que permita el tratamiento temprano del problema y evitar así niños
frustrados, con baja autoestima y que después puedan derivar en graves
problemas de conducta y aversión hacia los estudios.
Una vez
detectada la Dislexia a través de un buen diagnóstico son muchas, muchas las
actividades, decisiones y acciones que se pueden realizar, en próximas entregas
se profundizará en estos aspectos y se darán sugerencias para las adaptaciones
curriculares lo cual ayudará al maestro en su praxis profesional y al estudiante
en su rendimiento y lo más importante, en su aprendizaje.
Referencias:
Asociación Madrid con
la Dislexia y otros DEA. (2013). Guía de
Dislexia para Educadores. Documento en línea: http://www.madridconladislexia.org/guia-de-dislexia-para-educadores/
Jordan,
Dale R. (1972).La Dislexia en el aula.
Paidós: Buenos Aires
Valett, Robert. (2001). Dislexia. Ediciones CEAC:
España
Enlaces de interés:
www.psicopedagogía.com/ Dislexia: Información, diagnóstico y tratamiento
de la Dislexia
2 comentarios
Excelente iniciativa
ResponderEliminarBuena publicación e interesante la división clásica de la dislexia. Sería interesante también saber si hay algún aporte o nueva visión a partir de los avances de las Neurociencias.
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